El origen volcánico de Tenerife
La importancia de la presencia volcánica en Tenerife es indiscutible, desde el Teide hasta algunas de las playas más emblemáticas como la de Los Cristianos o El Bollullo. Los paisajes áridos, erosionados y de tonalidades oscuras nos recuerdan el origen característico de la que resulta la isla más extensa de Canarias.
Origen y formación de la isla de Tenerife
Se calcula que Tenerife se formó hace unos 20-50 millones de años y, según la ‘Teoría de los bloques levantados’, esto sucedió a causa del ascenso de magma basáltico venido del fondo oceánico. Algunos investigadores calculan que los primeros islotes en salir a flote (primera fase de formación) fueron los correspondientes a los municipios de Anaga, Teno y Adeje. En aquel entonces algunas manifestaciones llegaron a alcanzar los 1.000 metros de altura.
A partir de ahí la isla sufrió varias fases de formación en las que se experimentaban parones en la actividad volcánica durante millones de años hasta la sucesión de vulcanismo reactivado de forma esporádica. Esto ocasionó el alzamiento de otras partes que actualmente conforman la isla de Tenerife, como por ejemplo la cordillera Dorsal o los valles de La Orotava y de Güímar.
Foto: Astrofoto Gran Canaria
El Teide, uno de los volcanes más grandes del mundo
Finalmente, tras estas últimas formaciones, de hace unos 200.000 años, las primeras erupciones originaron el emblemático estratovolcán Teide-Pico Viejo sobre la Caldera de Las Cañadas. El que sigue siendo el pico más alto de España llegó a los 3.718 metros de altitud sobre el nivel del mar, convirtiéndose en el tercer mayor volcán de la Tierra con sus 7.500 metros sobre el lecho oceánico. Esto hace que Tenerife se sitúe como la décima isla más alta del mundo.
Tanto el complejo Teide-Pico Viejo como la cordillera Dorsal resultan las zonas más activas de la isla dadas las erupciones que se han dado en ambas zonas entre los años 1704 y 1909. La última erupción del Pico Viejo fue la llamada “Narices del Teide” en 1798, tuvo una duración de tres meses y fue la más larga que ha sufrido la isla.
Foto: El coleccionista de instantes
El origen de Tenerife es la causa de que podamos disfrutar de un paraje tan variado sin salir de la isla, conglomerando barrancos y acantilados; costas y playas; montañas, valles, cuevas volcánicas, y zonas boscosas. De ahí que el Parque Nacional del Teide esté considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
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Foto de portada: perlaroques
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